Viudas en Vrindavan, India
Recuerdo, en la India, cómo un hombre se echaba las manos a la cabeza cuando se enteró de que una mujer europea estaba casada con un hombre 12 años mayor que ella. La causa de su escándalo es que, en ese país, la mujer que se queda sin marido es completamente marginada.
Según una tradición india llamada sati, cuando un hombre fallece su esposa lo tendría que seguir en el viaje e inmolarse con él en la pira funeraria. Aunque esta costumbre fue abolida por ley en 1829, su sombra es muy alargada y se manifiesta todavía hoy en forma de absoluta marginación. La mujer que se queda sin marido es, demasiado a menudo, repudiada por las familias y alejada de la sociedad, sin posibilidades de rehacerse una nueva vida. No se contempla una nueva boda y tampoco una pensión.
http://elpais.com/elpais/2014/06/27/planeta_futuro/1403872837_231928.htlml
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CTC